La vida es un constante proceso de cambios, algunos deseables, enriquecedores; otros, dolorosos, muchos inevitables, impredecibles. Hay quien los supera, hay quien no. Pero ¿sabías que todos tenemos la capacidad de sobreponernos y crecer a pesar de la adversidad? Una vida plena y satisfactoria no depende de la ausencia de experiencias dolorosas y adversas, sino de cómo respondemos a ellas, de nuestra capacidad de crecer a pesar de ellas. La resiliencia se ha convertido en una de las áreas de mayor investigación para la psicología. Enfoca nuestra atención en las fortalezas que la persona tiene para crecer a través de los retos de la vida. Porque, como ha comprobado la investigación clínica, los valores espirituales pueden marcar la gran diferencia entre el estancamiento emocional y la enfermedad o el crecimiento y la madurez.