Una fracción de segundo en la que cuatro vidas cambiaron para siempre. Todo por tomar y manejar. Por algunos tragos de más, Félix se enfrentó a un juego entre la vida y la muerte, y dejó de vivir. Sin embargo, va a tener que seguir adelante. Sobrevivir a la ausencia de uno, esperar que el otro despierte y se cure. Deberán aguantarse entre ellos, aguantarse a él mismo. Si acaso eso es posible...