Reseña: Las mujeres que aman demasiado de Robin Norwood
- Maria Castillo
- 2 sept
- 2 Min. de lectura
SINOPSIS

Publicado en 1985, Las mujeres que aman demasiado se convirtió en un clásico de la autoayuda y la psicología popular. Robin Norwood, terapeuta especializada en adicciones y relaciones, plantea una pregunta central: ¿por qué tantas mujeres se sienten atraídas por relaciones destructivas? A través de casos reales y un análisis profundo, la autora explora cómo el “amor” puede convertirse en obsesión, cómo la codependencia moldea los vínculos afectivos y qué pasos son necesarios para romper con esos patrones. El recorrido no ofrece un “final feliz” de novela romántica, sino un mapa hacia la recuperación personal y el amor propio.
OPINIÓN
Las mujeres que aman demasiado venía llamando mi atención desde hace tiempo por su reputación como un libro transformador dentro del género de autoayuda. Aunque muchos lo colocan en esta categoría, creo que va más allá: es un retrato psicológico que se lee casi como un thriller íntimo, donde el misterio no es descubrir a un asesino, sino enfrentarse a la incómoda verdad de uno mismo.
Norwood presenta su obra en forma de múltiples historias que se entrelazan. Cada testimonio funciona como una pieza de un rompecabezas que revela patrones de codependencia, dolor y búsqueda de aprobación. El ritmo no es vertiginoso, pero la fuerza del libro está en la tensión emocional: obliga a la lectora a mirarse en un espejo y reconocer que lo que se llama “amor” puede ser, en realidad, una adicción disfrazada.
Al igual que en una novela con múltiples personajes, aquí desfilan mujeres con trasfondos distintos, pero unidas por la misma paradoja: aman con intensidad, se entregan sin reservas y terminan atrapadas en dinámicas destructivas. Norwood acierta al mostrar que, detrás de cada relación dañina, hay un guion aprendido en la infancia —hogares disfuncionales, figuras ausentes o violencia normalizada— que empuja a repetir lo conocido.
Uno de los mayores logros del libro es su capacidad de generar identificación. El lector no se limita a observar, sino que se siente parte de esa narración, atrapado entre la negación y la revelación. Norwood juega con esta tensión, repitiendo conceptos que, aunque puedan parecer insistentes, funcionan como martillazos terapéuticos destinados a romper defensas internas.
No obstante, el libro no es perfecto. Su lenguaje, escrito en los años 80, puede sentirse limitado para los lectores actuales, pues está enfocado principalmente en mujeres heterosexuales. Sin embargo, el núcleo de su mensaje —la importancia del amor propio, los límites y la recuperación emocional— trasciende cualquier contexto cultural o de género.
CONCLUSIÓN
Las mujeres que aman demasiado es un texto incómodo, pero necesario. No es un relato que se devore en una sentada, sino un acompañante para procesos de reflexión y sanación. Puede ser duro de leer, pues confronta heridas profundas, pero también abre la puerta a la esperanza: muestra que es posible romper el ciclo de la obsesión y construir relaciones basadas en la libertad y el respeto.
Robin Norwood ofrece aquí una obra que, casi cuatro décadas después, sigue vigente. Es más que un libro: es un llamado a reconocer que el verdadero amor comienza con una misma.




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